El partido en el poder desde que
Nelson Mandela terminó con la Presidencia blanca en 1994, el Congreso Nacional Africano (CNA),
el cuál celebró este domingo
el 105 aniversario de su fundación atraviesa uno de sus peores momentos con un líder rodeado por los escándalos de corrupción .El acto mencionado anteriormente
supuso el primer gran evento del año para el partido que lleva ganadas
todas las elecciones desde mediados de los 90, y que el pasado agosto obtuvo los peores resultados de su historia en las elecciones locales .
El presidente, Jacob Zuma
,
aseguró que el CNA ha escuchado el mensaje que la gente entregó durante
los comicios de agosto y aceptan que han "cometido errores".
Tras un 2016 desastroso para
Zuma, en el que ha tenido que dar cuentas ante
los Tribunales, el Parlamento y los ciudadanos, el mandatario comienza
un nuevo año con una imagen reforzada pero despertando aún incertidumbre sobre si llegará a finalizar su segunda legislatura en 2019
o la acumulación de escándalos y la presión social forzarán su
dimisión.
Para mejorar su imagen pública y recuperar parte de los apoyos perdidos dentro del partido,
Jacob Zuma se dirigió a los miembros del Gobierno y a los militantes
del
CNA en el estadio Orlando de Soweto, Johannesburgo, para pedir la
unidad,alegando que
debían estar unirnos contra los enemigos principales , que son el
desempleo, la
pobreza y la
desigualdad ; y dejar para ello luchar unos contra otros
Zuma tendrá que rendir muchas cuentas
Muchos han criticado a través de las redes sociales que del discurso del
presidente se pudiera sustraer gran parte de hipocresía, pues siendo él
mismo el cabeza del Estado, ostenta un largo historial de corrupción. Además, el país sigue teniendo como desafío el alto desempleo, especialmente entre los jóvenes, el aumento de la pobreza y las dificultades de acceso a la universidad por parte de la mayoría negra.
El presidente está en el punto de mira de la ciudadanía y dentro de su partido, especialmente desde que en el mes de noviembre una parte del CNA pidiese su dimisión y forzara una moción de censura para destituirle, alegando que sus episodios corruptos dañaban la imagen del partido.
Durante el evento, Zuma dijo que en diciembre de 2017 el partido celebrará una reunión para determinar quién tomará su relevo.
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